Juan Plaza es uno de esos amigos que tiene el título oficial de «Buena Persona». Además de corredor popular, cocinero aficionado, hipocondríaco y seriéfilo (así se define a sí mismo en su perfil de Twitter), como buen salmantino tiene un especial sentido del humor, irónico y a veces socarrón. Pero sobre todo, Juan es el «Máster del universo» de las palabras.

No se trata sólo de escribir bien, que lo hace, y buena muestra es su primer libro de relatos «Hoy no puedo» (los que lo hemos leído seguimos esperando su siguiente libro, ahí lo dejo).

El «Elemento» de Juan son las palabras. Le encanta investigar, ser curioso con ellas (periódicamente publica sobre la etimología de muchas palabras raras, entre otros muchos temas) y, sobre todo, jugar con las palabras.

Por todo esto era el artista ideal para colaborar con «Niño mío«, el único tema con letra de «Relatos Cortos». Su interpretación y su aportación es digna de su talento y de su pasión por las palabras. Él mismo os lo cuenta:

«Abrazos:

La composición musical se acompaña de 50 palabras que aparecen de manera secuencial a lo largo de la pieza. Todas ellas son sustantivos (lo sustantivo es lo que tiene existencia real), excepto un único verbo (despertar), que se repite al comienzo de cada serie de 10 palabras y cierra toda la secuencia.

Es evidente, los sustantivos tienen relación con el título de la composición, «Niño mío», y remiten al mundo infantil.

El verbo «despertar», tan presente, tiene dos interpretaciones: por un lado, alude al paso del tiempo, al ciclo, sueño-despertar, al afán diario; por otra, remite a la idea de «despertar ante las cosas nuevas», de la sorpresa del niño ante cada nuevo día y su aprendizaje.

El último despertar es una puerta abierta al futuro, a lo que viene después, a no parar de crecer y aprender. «

Os presento esas 50 palabras, en 5 vídeos (uno para cada un de las series propuestas por Juan), con distintos fragmentos de Niño mío como fondo. El resultado transforma y enriquece la escucha de la música. Gracias Juan, por darle una nueva dimensión a «Niño mío«.